I. Los Sacerdotes del S. Corazón de Jesús y el carisma del P. Dehon
En los años de formación espiritual en Santa Clara-Roma (1865-1871), el joven León Dehon profundizó su devoción al Corazón de Jesús, abriéndose a la espiritualidad de amor y de reparación al señor en el espíritu de víctima. En los primeros años de ministerio sacerdotal (1871-1877), esta espiritualidad se reforzó posteriormente, sea porque en San Quintín reinaba una "tradicional y profunda devoción al Sagrado Corazón" (NQ abril 1921), sea por los contactos espirituales que León Dehon tenía con las Siervas, Instituto animado por el espíritu de víctima (NHV X, 2). Esta espiritualidad orientó también su ministerio pastoral, dirigido a "construir el Reino del Corazón de Jesús en las almas y en las sociedades" con una atención particular hacia los más pobres de su tiempo.
Llamado por Dios a consagrarse en la vida religiosa, León Dehon no encontró ningún Instituto religioso que respondiese a esta específica vocación suya, por lo cual decide fundar él mismo los "Oblatos del Corazón de Jesús" (13 de julio de 1877 &emdash; 28 de junio de 1878), como primera expresión histórica de su carisma personal. Este Instituto encuentra su origen en la experiencia de fe del Padre Dehon. Pero ya desde los inicios quiere hacer partícipes de este carisma suyo también a laicos y sacerdotes, fundando la Asociación Reparadora (será aprobada por Mons. Thibaudier el 8 de febrero de 1889): todos llamados a dar al Corazón de Jesús el "culto de amor y de reparación que su Corazón desea" (cf. NQ XXV, 5) y a instaurar su Reino. Dada la simbiosis de la misma espiritualidad entre el P. Dehon, los primeros Oblatos, y las siervas, la participación en este carisma fue organizada así: las mujeres eran asociadas a las siervas, los laicos y los sacerdotes eran asociados y agregados a los Oblatos. Tenemos aquí las raíces históricas de lo que podría ser hoy la Familia Dehoniana.
De los tiempos del P. Dehon hasta el concilio Vaticano II, los Sacerdotes del S. Corazón de Jesús han proseguido su camino histórico, viviendo el carisma dehoniano en las formas tradicionales heredadas del fundador, y haciendo partícipes a laicos y sacerdotes con la Asociación Reparadora "Adveniat Regnum Tuum" (ART), estrechamente ligada a la Congregación.
La renovación conciliar del Vaticano II comprometió a todos los Institutos de Vida Consagrada, y también a los Sacerdotes del S. Corazón de Jesús, a encontrar formas actualizadas para proponer y vivir el carisma de su Fundador. En el ventenio que va de 1965-66 (Capítulo General (CG)XV) a 1985 (CG XVIII), hubo un compromiso notable en la Congregación para esta puesta al día ("aggiornamento") y renovación. Ya desde el CG XV nos hemos atenido a los siguientes criterios: redescubrir las raíces bíblicas de la espiritualidad de amor y de reparación hacia el Cristo del costado traspasado; tomar conciencia de ser un Instituto apostólico por lo cual, en la construcción del Reino, se debe sintonizar con las esperanzas de los pobres del mundo de hoy; integrar vida religiosa con el carisma, de modo que la espiritualidad dehoniana motive la consagración religiosa. Tenemos así la actual "Regla de Vida SCJ" (1986), en la cual no es difícil individuar tres niveles de propuesta. Ante todo ella nos presenta el núcleo del carisma del P. Dehon en sus raíces bíblicas, con un lenguaje y acentuaciones espirituales atentas a la sensibilidad de nuestro tiempo. Además hace nacer la misión apostólica dehoniana de las exigencias del amor oblativo de Cristo hacia el Padre y los hombres y de la reconciliación obrada por Cristo. En fin, como típico para los SCJ, indica las modalidades de vivir el carisma del P. Dehon en el estado de vida consagrada con los votos religiosos.
El Concilio ha señalado aún un giro en la participación de los laicos en la misión de la Iglesia y en el carisma de un Fundador. En el postconcilio, en muchos países la Asociación Reparadora desapareció, aunque continua hoy en algunos otros, pero sin ligámenes con la Congregación. Han surgido sin embargo, y son animadas por la Iglesia, nuevas formas de participación de los laicos en el carisma de los Fundadores, como indica la reciente Exhortación apostólica "Vita Consecrata" (nn. 54-57).
Ahora lo que caracteriza a los SCJ, y los distingue de los otros institutos de vida consagrada, no es una determinada actividad apostólica, sino la espiritualidad heredada del P. Dehon en la Iglesia. Si otros Institutos se caracterizan por el cuidado de los enfermos (Camilianos, Hermanos de San de Dios (en Italia, Fatenebenefratelli)...), la educación cristiana de la juventud (Hermanos de las Escuelas Cristianas, Salesianos...), las misiones en el exterior (PIME, Javerianos...), los SCJ se caracterizan por la espiritualidad de amor y de reparación al Corazón de Jesús en espíritu de víctima, decía ayer el P. Dehon; por nuestra unión a la oblación reparadora de Cristo al Padre por los hombres, traducimos nosotros hoy. Y, por lo tanto, el carisma del P. Dehon, en su originalidad de espiritualidad y misión, el don hecho por el Espíritu a toda la Iglesia; es ésta la herencia que nosotros SCJ compartimos junto a tantos que son llamados, en su estado de vida.
Discípulos del P. Dehon, unidos a Cristo en su amor y en su oblación al Padre, testigos del primado del Reino, estamos todos llamados a ser, en la Iglesia, profetas del amor y servidores de la reconciliación de los hombres y del mundo en Cristo (cf. 2 Cor 5, 18).
II. Desarrollo de los Sacerdotes del S. Corazón de Jesús
Presencia geográfica
Los SCJ están actualmente presentes en 38 países del mundo:
Francia (S. Quintín, 28.06.1878), Holanda (Sittard, 2.03.1883), Bélgica (Lille, 4.11.1884; Clairefontaine, 12.06.1886), Italia (Roma, Enero 1892; Albino, 8.09.1907), Brasil del Norte (Camarige, 12.06.1893), Luxemburgo (ciudad del Luxemburgo, 15.08.1895), Congo Belga (25.03.1897), Brasil del Sur (Santa Catarina, 1903), Finlandia (17.08.1907), Austria (1909), Canadá (Abril 1910), Alemania (Krefeld, 1912), Camerún (5.11.1912), España (Puente la Reina, 27.12.1917), Estados Unidos de Norteamérica (Dakota del Sur, 1923), Suiza (Basilea, 1923), Sudáfrica (Gariep, 12.06.1923), Indonesia (Sumatra, 3.12.1923).
Como se ve, el P. Dehon mismo se había empeñado notablemente para que su carisma, a través de los SCJ, fuese puesto al servicio de la Iglesia en todos los continentes del mundo. En cerca de 50 años, él implantó su Instituto en 18 países; después de él, sus hijos, en 75 años, lo han implantado en 20 países.
Estas presencias resultan jurídicamente estructuradas, como partes de la Congregación, en:
Consistencia numérica
Los SCJ han alcanzado el máximo histórico en 1967 con 3255 miembros (2718 religiosos clérigos y 537 religiosos hermanos). A partir de 1968 se da una constante recesión numérica, salvo algunos años en los cuales ha habido un ligero aumento sobre el año precedente. Al final de 1995 se descendió a la cota mínima de 2294 (1705 sacerdotes, 365 escolásticos y 224 hermanos). Sucesivamente ha habido un leve crecimiento: con 2301 miembros en 1996 y en 1998, 2302 en 1999. Hoy, al 31.08.2000, se cuentan 2298 miembros, además de 114 novicios. Son, sin embargo, leves fluctuaciones, que no significan un cambio de dirección.
El nuevo desafío
La presencia de los SCJ en los países occidentales es aún numéricamente notable. Todavía, teniendo en cuenta el envejecimiento del personal en estos países, de la presencia activa de los religiosos en otros continentes del mundo, del traslado del eje eclesial hacia el sur y este del mundo, se está verificando en los SCJ el afirmarse de un pluralismo cultural, por la presencia de las culturas locales. Los SCJ se encuentran hoy delante de un nuevo desafío: el de la inculturación del carisma del P. Dehon en otros contextos; el de hacer partícipes del gobierno del Instituto (en los Capítulos Generales y en el Gobierno central) a las nuevas fuerzas emergentes.
El desafío de la inculturación del carisma del P. Dehon en la cultura del propio país se pone ahora ante la misma Familia Dehoniana.
Esta es la tarea que nos espera a todos nosotros y que afrontaremos en el I Encuentro de la Familia Dehoniana.