BH PROVINCIAL CONFERENCE
(Monday 27th - Wednesday 29th September 1999) 
English - Spanish
MOVING FORWARD IN HOPE:
STRENGTHENING THE QUALITY OF OUR LIVES TOGETHER
Paul Murphy (BI) Malpas, parish priest

Any plan for the future must have as a primary focus the encouragement and support of the individual and for a mutual upbuilding in quality life together.

1) Each of us is encouraged and urged to engage in continuous formation that addresses not only those topics which may make us more effective ministers, but also those that lead to the development and enrichment of ourselves as persons (human development). Sometimes this lack of due attention to ourselves inhibits and limits our pastoral effectiveness, causes unnecessary hurt to others both inside and outside the community, and can leave us locked into a certain unhappiness. This becomes a problem when those who live with us cannot communicate to us the less than helpful effect we have on ourselves and them. This will always remain a sensitive issue, as it impinges on the life of each of us. We need to continue deepening our own sense of ourselves as seeking forgiveness and forgiving, realizing the difficulties inherent in our own brokenness, as well as that of others.

As we read in our Provincial Directory (No 34):

"Through spiritual conversion and growing knowledge of modern approaches in theology and pastoral studies, we become more effective in our religious life and apostolate."

2) In our Rule of Life (No 71):

"Personal development demands that each one draws up a personal programme of life."

This places with oneself the responsibility, which we freely choose, in our following Christ, and taking those necessary steps of prayer and self- sacrifice. As part of our stepping forward in hope - we might reflect how we might make better use of such a personal programme.

3) As we become smaller in numbers, it will be most important that we pay due attention to the quality of our lives together, and to creating and maintaining a good spirit.

As communities we might address a number of issues, but what we choose to do has to be realistic, focused, and have evaluation built in.

Proposal:

As a celebration of Jubilee, and as a sign that we are willing to step forward in Hope, one which is rooted in Christ as Lord and Saviour, we take three goals;

1) We consider our life of prayer together. Taking account of our pastoral initiatives, personal dispositions, and composition of the community. Each community sets out clearly what prayer life they will share together, how faithful they are to Eucharistic Adoration, what provision they will make for creative innovation, and how often they will evaluate what they are doing together, and how faithful they are to its goal.

2) That each community will look at how best in its circumstances to use the Community Meeting as a way to improve, encourage our lives together.

i) if as a Province we need help to do this in a way which is sensitive, respectful and towards mutual upbringing, we could organise a study course for this;

ii) or, if preferred, invite in a facilitator at local level.

3) That each community will look at how best in its circumstances to build in quality time together, as well as consolidate and improve its relationship with other nearer SCJ Communities.

We could set ourselves these three goals for the next twelve months, where necessary seeking outside help in their attainment. This or some other programme, but there have to be some clearly stated goals, as a way of affirming the good already in our lives together and of developing and strengthening it, and of dealing with the thorny issues that arise from time to time in living together for Christ and his kingdom.

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VANZANDO EN LA ESPERANZA:
FORTALECIENDO LA CALIDAD DE NUESTRA VIDA COMUNITARIA

Un plan para el futuro debe tener como enfoque primario el ánimo y el apoyo del individuo para  una construcción mutua en calidad de vida comunitaria.

1) Cada uno de nosotros está animado y urgido para engranarse en una formación continua, esta dirigido no sólo en esos tópicos que pueden hacernos ministros más efectivos, pero también esos que guían el desenvolvimiento y enriquecimiento de nosotros mismos como personas (desarrollo humano). A veces, este lago de deber atendernos a nosotros mismos inhibe y limita nuestra efectividad pastoral, causa heridas innecesarias a otros dentro y fuera de la comunidad, y puede dejarnos encerrados dentro de una cierta infelicidad. Esto viene a ser un problema cuando aquellos que viven con nosotros no pueden darnos la menor ayuda por el efecto que causamos en ellos y en nosotros mismos. Esto siempre remitirá a un sentimiento usual, como un golpe en la vida de cada uno de nosotros. Necesitamos continuar profundizando nuestros propios sentimientos buscando, perdonando y olvidando, realizando las dificultades inherentes en nuestras propias rupturas, así como en las de los otros.

Como leemos en nuestro Directorio Provincial (No 34):

"A través de la conversión espiritual y el crecimiento en el conocimiento de los avances modernos en teología y en el estudio pastoral llegamos a ser más efectivos en nuestra vida religiosa y apostolado".

2) En nuestra Regla de Vida (No 71):

"Nuestro desarrollo personal exige que cada uno construya un programa de vida personal".

Esto se realiza con la responsabilidad que corresponde a cada uno, que podemos elegir libremente, en nuestro seguimiento de Cristo, y dando aquellos pasos necesarios de oración y auto-sacrificio. Como parte de nuestro paso hacia adelante en la esperanza - podíamos reflexionar como podríamos hacer un mejor uso de cada programa personal.

3) Como somos pocos en números, será más importante que demos la debida atención a la calidad de nuestra vida comunitaria, para crear y mantener un buen espíritu.

Como comunidad podríamos seleccionar varias opciones, pero lo que escojamos debe ser realista, enfocado y debe tener una evaluación de su progreso.

Proposición:

Como una celebración de Jubileo, y como un signo de que estamos deseosos de avanzar en la Esperanza, que está enraizada en Cristo como Señor y Salvador, tenemos tres metas;

1) Consideramos nuestra vida de oración comunitaria. Tomando cuenta de nuestras iniciativas pastorales, disposiciones personales, y composición de nuestra comunidad. Cada comunidad traza claramente qué vida de oración realizarán comunitariamente, como fieles que son a la Adoración Eucarística, qué previsión tomará para innovar creativamente, y cómo evaluarán lo que están haciendo comunitariamente, y cuán fieles son a sus metas.

2) Lo que cada comunidad mirará como mejor en sus circunstancias para usar el Encuentro Comunitario como una forma de promover y animar nuestra vida comunitaria.

i) si como Provincia necesitamos ayudar a hacer esto en una forma que sea sensible, respetuosa y subrayando el mutuo avance, podríamos organizar un curso de estudio para esto

ii) o, si lo preferimos, invitar un facilitador a nivel local.

3) Lo que cada comunidad vea como mejor en sus circunstancias para construir en calidad de tiempo comunitario, así como así como para consolidar e impulsar sus relaciones con las otras comunidades SCJ cercanas.

Podríamos fijarnos nosotros mismos estas tres metas para los próximos doce mesas, donde necesitemos buscar ayuda en su consecución. Éste, o algún otro programa, pero debe existir claridad en las metas, como una forma de afirmar lo bueno que hay ya en nuestra vida comunitaria y de desarrollo y fortalecimiento de ello, y de mediación con las espinas surgidas que se levantan de vez en cuando en la vida común para Cristo y su Reinado.

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