Quisiera
compartir con todos vosotros lo que está ocurriendo en Ecuador en
estos últimos días. Como ya sabéis, nuevamente somos
noticia por la situación de crisis social que estamos viviendo.
El país se encuentra convulsionado por las protestas y la presencia
de las diversas confederaciones indígenas en Quito para exigir las
reformas sociales y
políticas
que hagan salir a nuestro pueblo de la noche oscura que desde hace tiempo
le embarga.
A modo
de resumen os cuento lo sucedido en lo que llevamos de año. Después
de Navidad se produjo un alza de precios insostenible para las tan debilitadas
economías de nuestra gente. Las protestas se hicieron sentir de
un modo especial con el tema del transporte que llevó a manifestaciones,
enfrentamientos con la policía y represión por parte de la
misma hacia los estudiantes. Mientras tanto las asociaciones indígenas
se fueron organizando para iniciar una nueva marcha hacia la capital para
pedir unas reformas sociales que atiendan a las necesidades del pueblo.
A finales
de enero fueron llegando a Quito muchos indígenas. Unos venían
caminando, algunas mamas con los niños en brazos. Todos dispuestos
a paralizar el país si no se respondía a las justas reivindicaciones
que reclaman desde hace tiempo. El problema llegó a la hora de instalarse
en la capital. Normalmente suelen concentrarse en el parque de el “Arbolillo”,
pero en esta ocasión estaba tomado por la policía y los perros
y no dejaron pasar a nadie.
Ello llevó
a que los indígenas se instalaran en la Universidad Politécnica
Salesiana. Mientras tanto en diversas partes del país los campesinos
han cortado carreteras para obligar al gobierno a negociar. La última
semana de enero la hemos vivido con una sociedad semiparalizada. Los colegios
no han funcionado y casi todos los días ha habido detenidos y heridos
en las distintas confrontaciones.
Las actitudes
y forma de actuar del gobierno han dejado mucho que desear. Además
de la represión que se ha suscitado, detención de algunos
líderes indígenas. No se le ha ocurrido otra cosa que cortar
el suministro de agua y no dejar pasar alimentos a la universidad .A algunas
hermanitas que llevaban alimentos se los confiscaron de una forma totalmente
arbitraria. Después de que intervino laCruz Roja y que quedó
claro cuales son las bases del derecho Internacional, el gobierno retiró
estas medidas represivas, pero implantó el “estado de emergencia”
y avisó que entraría a la salesiana para dispersar a los
indígenas. En este momento muchos de los derechos civiles han quedado
suspendidos.
La mañana
del domingo 4 de febrero la ciudad de Quito estaba tranquila. Desde Justicia
y Paz de CER (Confederación Ecuatoriana de Religiosos), hemos organizado
una Eucaristía por la reconciliación nacional y el diálogo,
mientras se producía un nuevo intento de diálogo entre gobierno
y grupos indígenas. Mientras tanto en nuestra Vicaría del
Sur de Quito se organizaba una Vigilia Permanente de oración acompañando
a los grupos
indígenas
que se han concentrado en nuestros barrios.
No es
difícil imaginar como hemos llegando a esta situación. El
deterioro económico que ha sufrido Ecuador le ha llevado a perder
la moneda nacional, el sucre, y a dolarizar todo el país. La corrupción
institucionalizada, las medidas económicas tomadas, la pérdida
de casi todos los derechos sociales (sanidad, educación, falta de
atención al campesinado, etc), han llevado a más de un millón
de ecuatorianos a emigrar, cifra esta considerable para un país
tan pequeño como el nuestro. Ha faltado una política integradora
que dejara al lado la exclusión y el favoritismo. Los años
que llevamos de crisis no se convertirán en una oportunidad para
nuestro pueblo sino hay un cambio de óptica que de oportunidades
de vida por igual a todos.
En este
momento vivimos en la incertidumbre. Los indígenas han iniciado
una huelga de hambre y cada día que pase se sumarán cincuenta
personas en la protesta. Los religiosos de Ecuador en el comunicado que
ha hecho público CER, se decantan a favor de la atención
de los derechos de los pueblos indígenas y piden al gobierno una
clara voluntad de negociación que ponga fin a la discriminación
secular que durante siglos, y aún hoy, siguen viviendo los más
empobrecidos de nuestro país. La situación hoy lunes se ha
radicalizado, llegan noticias de que hay indígenas muertos en las
confrontaciones que se están dando en las zonas rurales. Pedimos,
a todos los hombres y mujeres de
bien la
solidaridad internacional que haga posible acabar con todas estas injusticias.
Sacerdotes del Corazón
de Jesús de Ecuador
AN
OPPORTUNITY FOR THE PEOPLE OF ECUADOR
Dear Brothers,
I would
like to share with you what is happening in Ecuador during these past few
days. As you might already know, we are in the news for the critical social
situation that we are having. The country finds itself in turmoil over
the protests and the presence of various native confederations in Quito
that are demanding social reforms and political solutions that will take
our country out of the darkness. In summary I will tell you about what
has happened since the beginning of the year. After Christmas there was
an inflation of prices in this weak economy for our people. Protests took
place with the theme of transportation that turned into demonstrations.
confrontations with the police and repression that began with the students.
Meanwhile various native associations organized themselves to begin a march
to the capital to request social reforms for their people.
At the
end of January many natives arrived in Quito. Some came on foot,some mothers
carrying babies in their arms. All were opened to theof paralyzing the
country if there was no response to the just demands that were made for
a long time already. The problem began when the people gathered in the
capital. Normally, groups would gather in Arbollilo Park but on this occasion
police and the dogs did not permit anyone to enter there. So the native
people gathered at the Salesian Polytechnic University. Meanwhile, throughout
various parts of the country, the rural people blocked highways so that
the government would feel obligated to negotiate some resolutions. In the
final week of January, society was semi-paralyzed. Schools were closed
and people were either taken to jail or injured almost every single day
in the various skirmishes.
The attitudes
and behavior of the government left something to be desired. Amid the repression
that took place, some of the native leaders were jailed. The only choice
left was to cut off water and prevent food from getting into the University.
Some sisters brought food but it was confiscated. Once the RED CROSS intervened
and there was more clarity about the international situation, the government
loosened up on these repressive tactics but declared a "state of emergency".
They made it known that forces would move in to break up the native groups.
At this time, many of the civil rights were suspended.
On the
morning of February 4th, the city of Quito was quiet. Through theJUSTICE
AND PEACE DEpartment of CER (Ecuadorian Federation of Religious) we organized
a Eucharist to pray for dialogue and national reconciliation. A new effort
promoted dialogue between government officials and some of the native leaders.
In the meantime in the Southern Vicariate of Quito, an on-going vigil of
prayer was started by the native groups that gathered in the different
barrios.
It is
not difficult to imagine how we got to this point. The pitiful economy
suffered by Ecuador lost its national money, the sucre, and turned the
country to "dollarizing". Institutional corruption, poor economic measures
taken, losing almost every social right (health, education, failing to
attend to the needs of the campesinos, etc.) has caused more than a million
Ecuadorians to emigrate. THis statistic is devastating for such a small
country as ours. Itegrative politics have been replaced by exclusion and
favoritism. These years in crisis have not resulted in an opportunity to
make everything equally available.
In times
like these, we live with uncertainty. The native people have begun a hunger
strike and each day and average of fifty people are lost in the protest.
The religious of Ecuador in the communication made known by CER, cry for
an attention to be given to the native peoples and ask that the government
voluntarily negotiate resolutions so that discrimination will cease to
help the centuries old problems encountered by the poor of this country.
On Monday we receive word that some of the natives died in various confrontations
that are taking place throughout the rural areas. We ask that all women
and men join with us in solidarity so that these injustices will come to
an end.
Priests of the Sacred Heart in Ecuador
UNA OPPORTUNITÀ PER L'ECUADOR
Cari fratelli,
Vorrei
condividere con tutti voi quello che è successo in Ecuador in questi
ultimi giorni. Siete già al corrente dalle fonti informative della
situazione di crisi sociale che stiamo vivendo. Il paese è in agitazione
per le proteste e la presenza delle diverse confederazioni indigene a Quito
che chiedono riforme sociali e politiche che facciano uscire il nostro
paese dalla oscurità in cui si trova. In breve posso dirvi quello
che è successo dall'inizio dell'anno.
Dopo Natale
vi è stata una inflazione insostenibile per l'economia tanto debole
della nostra gente. Vi sono state proteste, specie nel campo dei trasporti
,che hanno portato a manifestazioni, scontri con la polizia e repressione
da parte della stessa verso gli studenti. Le associazioni indigene si sono
andate nel frattempo organizzando per iniziare una nuova marcia verso la
capitale per chiedere alcune riforme sociali assolutamente necessarie per
il paese.
Alla fine
di gennaio molti indigeni sono venuti a Tolgo. Alcuni sono venuti a piedi,
alcune mamme coi bambini in braccio. Tutti disposti a paralizzare il paese
se non si rispondeva alle giuste rivendicazioni che reclamano da tempo.
I problemi sono sorti quando la gente si è riunita di nella capitale.
Normalmente i gruppi si concentrano nel parco Arbollilo, ma in questa occasione
polizia ed cani non hanno lasciato entrare nessuno. Cosicché gli
indigeni si sono riuniti nell'Università Politecnica Salesiana.
Nel frattempo in diverse parti del paese i contadini hanno bloccato le
autostrade per obbligare il governo a negoziare. L'ultima settimana di
gennaio la vita del paese era semiparalizzata. Le scuole erano chiuse e
quasi tutti i giorni la gente era gettata in prigione o maltrattata nei
diversi scontri.
Gli atteggiamenti
e il modo di agire del governo hanno lasciato molto a desiderare. Oltre
la repressione, vi è stata anche la detenzione di alcuni leader
indigeni. Non gli è rimasto altro da fare che interrompere la somministrazione
dell'acqua e non lasciare passare alimenti all'università. Ad alcune
suore che portavano alimenti, hanno confiscato tutto in una forma completamente
arbitraria. Dopo l'intervento della Croce Rossa e l'attenzione da parte
dell'opinione pubblica Internazionale, il governo ha ritirato queste tattiche
repressive, ma ha dichiarato lo “stato di emergenza”. Ha avvisato che avrebbe
usato l'esercito per disperdere gli indigeni. In questo momento molti dei
diritti civili sono ancora sospesi.
La mattina
della domenica 4 febbraio la città di Quito era tranquilla. Attraverso
l'organizzazione Giustizia e Pace della CER (Confederazione Ecuadoriana
di Religiosi), abbiamo promosso una Eucaristia per la riconciliazione nazionale
ed il dialogo. Veniva fatto anche un nuovo tentativo di dialogo tra governo
e gruppi indigeni. Nel frattempo nella nostra Vicaria del Sud di Quito
si iniziava una Veglia Permanente di preghiera da parte dei gruppi indigeni
che si sono concentrati nei diversi quartieri.
Non è
difficile immaginare come si è arrivati a questa situazione. La
deplorevole situazione economica in cui si è trovato l'Ecuador ha
fatto perdere valore alla sua moneta nazionale, allo zucchero, e ha portato
il paese alla "dollarizzazione".
La corruzione istituzionalizzata, le misure economiche prese, la perdita
di quasi tutti i diritti sociali (sanità, educazione, mancanza di
attenzione ai contadini, eccetera), hanno spinto oltre un milione di ecuadoriani
ad emigrare, cifra considerevole per un paese tanto piccolo come il nostro.
È mancata una politica di integrazione che togliesse l'esclusione
ed il favoritismo. Questi anni di crisi non saranno per il nostro paese
un'opportunità di rendere tutto disponibile equamente, se non si
verifica un cambiamento di ottica che renda le condizioni di vita favorevoli
per tutti.
In questo
momento viviamo nell'incertezza. Gli indigeni hanno iniziato un sciopero
della fame ed ogni giorno si aggiungono altre cinquanta persone nella protesta.
I religiosi dell'Ecuador nel comunicato che la CER ha reso pubblico, si
schierano dalla parte dei diritti dei popoli indigeni e chiedono al governo
una chiara volontà di negoziazione che metta fine alla discriminazione
di cui per secoli, ed ancora oggi, sono colpiti i più poveri del
nostro paese. Oggi, lunedì, arrivano notizie che ci sono indigeni
morti negli scontri che si stanno producendo nelle zone rurali. Chiediamo
a tutti gli uomini e le donne di buona volontà la solidarietà
internazionale che ponga fine a tutte queste ingiustizie.
I Sacerdoti del Cuore di
Gesù dell'Ecuador